No oír, no ver, no hablar.
No quiero oír, no quiero ver, no quiero hablar.
No puedo oír, no puedo ver, no puedo hablar.
Un rincón oscuro sólo para mi. Mientras los demás gritan, gritan, gritan. Y mi cabeza arde, mis músculos se diluyen, mi piel se agrieta insensible.
Sobre el suelo frío, anclada con mis pies desnudos.
Mi cerebro. Mis latidos. Mi caos se desborda.
Cierro los ojos, los aprieto fuerte: off, off, off. Pero sigo aquí, sigo escuchando los gritos, sigo acurrucada en mi rincón y no quiero oír, no quiero ver, no quiero hablar.
De la idea al recuerdo, del recuerdo a la palabra. Un blog de pensamiento desatado.
sábado, 19 de marzo de 2011
miércoles, 9 de marzo de 2011
Duda
Avanzo y retrocedo, impaciente.
Juego, rompo reglas, desafío.
El recuerdo me domina. Las palabras me poseen.
Debo irme, quiero quedarme.
Y otra vez, moneda al aire.
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