Te empujo hasta un rincón para devorarte.
A bocados te amo.
Me das hambre
y al mirar tus ojos se enciende mi vacíoy sólo tu piel y tu boca pueden saciarme.
Y respiro tu aliento.
Me das hambre
y vivo enganchada a tu sabor y tu olor;
desde que te probé no puedo
dejar de pensarte y soñarte.
Me despierto y estás ahí.Duermo y sigues en mí.
No puedo desencadenarme.
Me das hambre.
Deja que te coma, porque
me das hambre...
A esto le llamo yo un arrebato... olé. Tienes que escribir más. :)
ResponderEliminarY así vivo, y así escribo, de arrebato en arrebato. Un beso, lunático ;)
ResponderEliminarTienes un hambre sin estómago, así que nunca te verás saciada. Es genial eso de siempre querer más.
ResponderEliminarBesos.
Tengo una persona en concreto que más que hambre me provoca gula, incluso cuando no tengo hambre y estoy hinchada me apetece.
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