A ti, que lees ahora este blog, a ti, a quien el tiempo también persigue. A ti te pido, respira, respira hondo y disfruta, porque los doce tañidos anuncian el paso de los minutos, de las horas y los años. Y lo celebramos, enfrentándonos a la irremediable tozudez del reloj, y bebemos y brindamos, olvidando que somos los que perdemos.
A ti y a mi, a quienes nos persigue el tiempo.
Llegará la noche, llegará la fiesta y empezaremos otro año como si fuéramos nuevos, pese a las grietas que amenazan. Yo tomaré la mano de alguien amado, apretaré fuerte y daré un salto. Temo el vacío del nuevo año. Pinto mis ojos y mis labios, me subo a tacones para escapar del suelo. Emborracho mi alma con besos y abrazos.
Pero el tiempo no me conoce, no me aguarda, no le importo. Caminaré, respiraré hondo y un día desapareceré. Dejaré un recuerdo fugaz en alguna memoria. Puede que te recuerde.
Lo llevamos escrito en la piel. Como las nubes, como las naves, como las sombras. Me alegro de que no te hayas olvidado de tu blog
ResponderEliminarEs asombroso conmovedor y muy poético, pero bajo todo ello subyace un sustrato de algo terrorífico y estremecedor. Es fantástico y nostálgico.
ResponderEliminar«Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra» es una frase construida a partir de tres pasajes de uno de los libros de la Biblia, del Libro de Job.
ResponderEliminarSi tienes interés en este tema o en los temas de la Antigüedad puedes visitar las siguientes páginas:
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